La música tiene el poder de cambiar conciencias, de llamar a la acción y de expresar cosas que de otra manera no podríamos. ¿Pero tiene un impacto grande en el medio ambiente? Teniendo en cuenta que la gran mayoría de instrumentos se construyen con madera, podría parecer que sí. Sin embargo, hace pocas semanas la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES en sus siglas en inglés), que protege especies de madera amenazadas, ha exceptuado la venta de instrumentos musicales dentro de las actividades restringidas.
¿Significa esto que no tiene un impacto? Evidentemente no, prácticamente toda actividad humana lo tiene. La cuestión está en si este impacto pone en peligro la sostenibilidad de estas especies y, por ende, también de la industria de instrumentos musicales que sostiene.
A tenor de lo acordado en la última reunión del CITES parece que, dentro del comercio de maderas, la que se utiliza para hacer instrumentos musicales no pone en peligro estas especies protegidas, por lo que no habrá restricciones en el comercio y transporte de las mismas.
¿Entonces podemos sentarnos cómodamente en nuestro sofá con nuestra flamante nueva guitarra acústica hecha de Palosanto de la India a cantar canciones sobre la Naturaleza? Pues tampoco. Como consumidores, debemos exigir a las empresas que respeten la ley, por lo que lo primero es asegurarse de que nuestros instrumentos se han construido con maderas certificadas (o madera FSC).
Por eso es muy importante intentar comprar nuestros instrumentos de fabricantes que demuestren un interés honesto en el cuidado del medio ambiente. Desde Fanatic Guitars, por ejemplo, tienda de guitarras en Barcelona, hace tiempo que se viene trabajando con este tipo de empresas, que no sólo demuestran un interés por construir los instrumentos de la mejor calidad, sino también preservar la materia prima que los hace posible: la madera.
Entre estos fabricantes destacamos a Taylor, Santa Cruz Guitars y Larrivée. Taylor, por ejemplo, junto a la empresa Madinter, han puesto en marcha el Proyecto Ébano, a través del cual se han plantado cerca de 4.000 nuevos árboles de ébano en Camerún, aunque el objetivo final es llegar a los 15.000.
Por su parte, empresas como Santa Cruz Guitars tienen un departamento específico para la búsqueda de maderas certificadas y construyen sus instrumentos sólo con maderas que provienen de plantaciones responsables. Lo mismo hacen desde la fábrica canadiense (pero asentada en California) Larrivée, quienes van más allá, aprovechando incluso maderas de árboles caídos.
Como consumidor se tiene un gran poder y, por tanto, una gran responsabilidad. Así que asegúrate siempre de que tu instrumento de madera provenga de plantaciones certificadas FSC. Sólo así podrás ponerte cómodo en tu sofá y tocar tu flamante nueva guitarra hecha con Palosanto sin que te pese en la conciencia.