¿Qué es Anoche tuve un sueño, la revista que diriges?
Hace 7 años lo dejé todo por un sueño… Y es así como nace la revista Anoche tuve un sueño, con la ilusión de rescatar la vocación de servicio público del periodismo, con la firme voluntad de hacer un periodismo de calidad e independiente, cooperador, solidario, ecológico y sobre todo, muy importante, humano y abierto a la esperanza.

En esta redacción de optimistas comprometidos estamos convencidos de que se pueden hacer mejor las cosas, que informar es también educar y que hay que comprometerse con el Planeta. Dice un buen amigo, Manuel Lancero: ‘No dejemos un buen Planeta para nuestros hijos, que el Planeta está muy bien, no le pasa nada, dejemos unos buenos hijos para el Planeta’. De eso se trata, de dar voz al pensamiento sostenible, al pensamiento singular, a todos aquellos que quieren hacer las cosas de otra manera y que anteponen el bien común al bien particular, en definitiva, es decir no al pensamiento único.

Nuestra línea editorial y publicitaria es coherente e independiente y nos apoyamos solo en aquellas personas e instituciones que comparten nuestro camino y que abanderan nuestros mismos valores basados en los 10 principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas. Diez principios que están apoyados en Declaraciones y Convenciones Universales aplicadas en cuatro áreas: Derechos Humanos, Medio Ambiente, Estándares Laborales y Anticorrupción.

¿Qué es exactamente el optimismo comprometido?
Mucha gente me hace esa pregunta: ‘¿Seré yo un optimista comprometido?’. Pues bien, siempre contesto que sí, porque todos llevamos dentro a un optimista comprometido, a una buena persona, a un protector de la naturaleza, a un ser compasivo y solidario, cooperador, generoso, a un buen amigo, a un buen ciudadano que no tolera ni la injusticia ni la desigualdad ni el maltrato. Todos llevamos dentro a un defensor de los Derechos Humanos, a un ser humano convencido de que el futuro puede ser mejor gracias a la acción honrada de las personas. Por eso todos somos optimistas comprometidos. Por eso éste es un movimiento que cada vez se hace más grande y que atrae a personas de todos los rincones del mundo y de todos los ámbitos. Desde Mayor Zaragoza y Noam Chomsky, pasando por Susan Neiman, directora del Einstein Institute, Susan George, el economista Jeffrey Sachs, el filósofo Peter Singer, la periodista congoleña Caddy Adzuba, la escritora egipcia Nawal El Saadawi… solo son algunos de los optimistas comprometidos que nos acompañan en Anoche tuve un sueño.

Una revista dedicada a buenas noticias ¿no es un poco arriesgado?
Ja ja ja, para nada, nosotros abanderamos el optimismo comprometido, importante ponerle el apellido de compromiso al optimismo. Porque no solo creemos que el mundo puede ser mejor sino que luchamos por ello. Hay muchas buenas noticias que compartir, porque mientras usted y yo estamos haciendo esta entrevista, hay muchas personas que están trabajando para mejorar el mundo…¿Le parece a usted este hecho irrelevante? Podría darle una lista de miles de personas que en diferentes ámbitos (ciencia, tecnología, derecho, economía, periodismo) están luchando para que nuestra vida sea más fácil, más longeva, más cómoda, para que no se vulneren nuestros derechos, para que el mundo sea un lugar cada vez más justo. ¿Por qué le damos tanta relevancia a la capacidad del hombre para hacer el mal y tan poca a su capacidad para hacer el bien? Piénselo.

José Luis Sampedro llamaba a los medios de comunicación, medios de persuasión. Él creía que todos los medios generalistas están en manos de los que mandan, porque informan de lo que les conviene y de lo que no les conviene, pues no informan… y, cuanto más feo esté el panorama, más miedo tendré a significarme y mi libertad de pensamiento cada vez será más pequeña y su poder sobre mí, mas grande… Por eso damos buenas noticias, porque en Anoche tuve un sueño creemos en la libertad de pensamiento y cuando nos invitan a vendernos o vienen a comprarnos decimos que no. Las buenas noticias no solo nos reconcilian con el ser humano sino que nos reconcilian con nosotros mismos y nos empujan a ser mejores. No siempre seremos capaces de actuar de manera ejemplar, pero todos tenemos la obligación moral de intentarlo. Y las malas noticias son una excusa perfecta para no hacer nada. Y esa actitud hay que cambiarla.

¿Por qué piensa que la protección del medio ambiente debe de ser fundamental para todo optimista comprometido?
Porque nos enfrentamos a dos crisis medioambientales sin precedentes: el cambio climático y la amenaza a la biodiversidad. No solo estamos poniendo en riesgo nuestra supervivencia, también la de los otros animales que comparten con nosotros un mismo destino. No sé si sabe que la humanidad ha matado a 144.000 elefantes en siete años, el 30 por ciento de los que quedaban y no son solo los elefantes… Esta es una mala noticia, sí, y que el calentamiento global es un hecho demostrado aunque ahora Donald Trump y la vieja guardia (petroleras etc.) no quieran aceptarlo porque económicamente no les convenga. Ambas son malas noticias que se pueden revertir en buenas si nos comprometemos. Todavía estamos a tiempo si dejamos las excusas para otro momento y nos ponemos a trabajar. Recuerdo con mucho cariño lo que me dijo una misionera -que vive en Senegal desde hace 40 años- ante la dificultad de encontrar apoyo económico para uno de sus proyectos: ‘Gota a gota llenaremos un cubo’. Y gota a gota, euro a euro, conseguimos sacar adelante su proyecto. Ahí me di cuenta de la importancia de ser una gota. No hay excusas, hay gotas, hay lluvia fina que va calando de optimismo comprometido el mundo, y el medio ambiente necesita de todas esas gotas que se avergüenzan de serlo porque se creen insignificantes, porque no son conscientes de su importancia y no saben que, sólo si contamos con ellas, podremos salvar este Planeta.

Apuestan por imprimir la revista en papel reciclado con certificación FSC como parte de su potente compromiso ambiental. ¿Les resulta complicado?
Desde el principio sabíamos que Anoche tuve un sueño se imprimiría en papel reciclado. No había otra opción para nosotros. Es un papel mucho más caro que el normal (espero que pronto sea ‘no normal’), pero era nuestro compromiso con el medio ambiente, con el Planeta. Sabíamos que la coherencia tenía un precio y estábamos dispuestos a pagar ese precio. Usted sabe lo costoso que es, el gran esfuerzo económico que supone y nosotros lo llevamos haciendo durante 7 años. Trabajamos con la imprenta Villena Artes Gráficas, que está certificada y con la que estamos muy contentos.

El próximo 22 de mayo se fallarán los Premios Optimistas Comprometidos, que este año llegan a su tercera edición. ¿Qué persiguen con estos galardones?
Perseguimos premiar a gente extraordinaria que hace cosas extraordinarias, a personas que no hacen ruido y que trabajan en silencio para ofrecer a las generaciones venideras un legado digno.

Los Premios Optimistas Comprometidos son un paso al frente, una reivindicación de la bondad del ser humano, que a pesar de su pésima fama – ser bueno es ser tonto- en Anoche tuve un sueño creemos firmemente que la bondad es la culminación de todas las virtudes, la más difícil y quizás también la más escondida y por eso la menos premiada y valorada. El escritor Bioy Casares juzgaba la maldad como una forma de idiotez que conduce a la desdicha: ‘Admiro la lucidez, pero prefiero la bondad. Acaso porque veo la maldad como deficiencia, tiendo a suponer que la bondad es el resplandeciente resultado de virtudes y talentos’. Yo no lo podría decir mejor.