Masas forestales certificadas FSC se han convertido en laboratorios naturales para poner en práctica una metodología que mejore la adaptación de los bosques al cambio climático.
La investigación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Ecología y Restauración Forestal de la Universidad de Alcalá.
Pinos, robles, alcornoques y encinas del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, el Parque Natural de las Fragas del Eume (A Coruña) y el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Pico de Aroche (Huelva) se han beneficiado de los trabajos.